El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda a los pacientes diagnosticados con fibrosis quística mantener un estilo de vida saludable a fin de extender su esperanza y calidad de vida.
En el marco del Día Mundial de la Fibrosis Quística, la Dirección de Prestaciones Médicas (DPM) del Seguro Social señaló la importancia de mantener una higiene corporal adecuada, dieta rica en proteínas y calorías, cumplir con el esquema de vacunación, efectuar lavado frecuente de manos, evitar el contacto con personas con infecciones respiratorias, no exponerse al humo del tabaco y realizar ejercicio.
Informó que en México nace en promedio un bebé con fibrosis quística por cada 10 mil recién nacidos, y aunque no hay una cura para la enfermedad debido a que existen más de 2 mil 500 mutaciones, actualmente, la esperanza de vida puede ampliarse hasta los 50 años de vida, con un tratamiento y hábitos adecuados.
“Los síntomas pueden presentarse desde el nacimiento con la imposibilidad de evacuar en los primeros días de vida (íleo meconial) o por la presencia de coloración amarillenta más allá de la segunda semana de vida (ictericia prolongada), tos, silbidos, flemas amarillentas o verdosas, sinusitis y/o neumonías, evacuaciones anormales con grasa, retraso en el crecimiento, deshidratación y elevada concentración de sal (cloruro de sodio) en el sudor”, señaló la DPM.
Subrayó que la fibrosis quística es una enfermedad que si no se atiende desde los primeros meses de vida puede ocasionar un daño pulmonar grave que provoque la muerte precoz; en el menor número de casos, los síntomas son tan leves que el padecimiento se hace evidente hasta la edad adulta por problemas de infertilidad.
El Seguro Social cuenta con un equipo multidisciplinario para atender la fibrosis quística conformado por neumólogos, cardiólogos, gastroenterólogos, nutriólogos, otorrinolaringólogos, endocrinólogos, inhaloterapeutas y trabajadoras sociales; entre los tratamientos están el control de infecciones respiratorias, inhaloterapia, fisioterapia pulmonar, nutrición y vigilancia de la función del hígado, del páncreas y del corazón.
“El instituto cuenta con estos especialistas y medicamentos como antibióticos que pueden administrarse vía oral, intravenosa y por nebulización, así como medicamentos que mejoran la viscosidad de las secreciones bronquiales, broncodilatadores, antiinflamatorios inhalados, oxígeno suplementario (cuando es necesario), enzimas pancreáticas, polivitaminas y complementos nutricionales”, informó la DPM.
Recordó que para la detección temprana y el inicio oportuno del tratamiento, desde 2017, en México incluye la prueba para detectar fibrosis quística, es posible sospechar si un bebé tiene la enfermedad; incluso, cuando los niños recién nacidos no pueden evacuar, ésta debe descartarse.
La DPM señaló que para que esta enfermedad se presente es necesario que tanto el padre como la madre sean portadores del gen alterado.